martes, 9 de noviembre de 2010

30 de octubre de 1914


Tacubaya, octubre 30 de 1914

Señoritas Luz y Concepción Osorio:

He recibido los dos mil cien pesos ($2,100.00) que han tenido ustedes la bondad de prestarme en calidad de pronto reintegro, con cuyo requisito cumpliré lo antes posible, abonando a ustedes, mientras tanto, el 7% anual de dicha cantidad o de la parte insoluta.

Con la más sincera gratitud, queda de ustedes atentísimo amigo y atentísimo seguro servidor que besa sus manos.

E. Rascón

Tacubaya, octubre 30 de 1915

Por cuenta de la cantidad expresada en esta carta, recibimos $1,100.00 (mil cien pesos), más $77 (setenta y siete pesos) que corresponden al rédito del 7% en la fecha.

Concepción Osorio M.
Luz Elena Osorio M.

Abonó cien pesos el 28 de junio de 1922.
Cien pesos el 11 de julio.
Cien pesos el 11 de agosto.
Cien pesos el 11 de septiembre.
Cien pesos el 11 de octubre.
Cien pesos el 11 de noviembre.


Este documento comienza a ser escrito en 1914 y termina el noviembre de 1922. Es decir que el préstamo al señor Rascón coincide con los días finales de la Convención de Aguascalientes. Y el último pago registrado se realiza en tiempos del gobierno de Álvaro Obregón. ¡Ocho años tardó el señor Rascón en medio cubrir su deuda!

La pregunta que se hace uno es sobre el tipo de dinero que las señoritas Osorio Mondragón prestaron al señor Rascón, pues fue precisamente en 1914 cuando, tras el asesinato de Madero en febrero del año anterior, las cosas se complicaron para las finanzas, la economía y la moneda. Gran parte de los pesos de plata y las monedas de oro, al tener más valor por el metal del que estaban hechos que por su denominación, desaparecieron de la circulación, a la vez que aparecieron diversos tipos de papel moneda: los billetes carrancistas, por ejemplo (Gobierno Provisional de México, se leía en ellos), que en el reverso traían un águila y que sirvió de tema para la crítica popular (“El águila carranclana es un animalito cruel: se mantiene de puro oro y caga puro papel”, fue la pinta que apareció al amanecer de un día de noviembre de 1914 en los muros de Palacio Nacional).

¿O es que las señoritas Osorio Mondragón entregaron al señor Rascón monedas de oro y plata? No sé.

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